3 junio, 2021

CIUDADANÍA HERIDA

Por Josefina Leroux

No fue como la primavera árabe, más bien como el deshielo en los polos. La ciudadanía en México surge de diferenciarse de su masa congelada en el tiempo, aislada de la civilización y excluida del progreso.

Los ciudadanos van surgiendo en bloques temáticos en defensa de sus causas. La gente se organiza después de las desgracias que irrumpen su sobrevivencia: feminicidios, desapariciones, trata, pederastia, violaciones a derechos humanos, sistema de injusticia, ecocidios, eterna violencia.

El gobierno se ha convertido en un agente pasivo agresivo que atenta contra la gente a la que debe servir pero luego acomoda su discurso para   lavarse las manos. Se comporta como un actor irresponsable de lo que afecta a su gente, uno que reacciona tarde y torpe en carencia de la vocación de servicio que debía alinear su motivación y conducta. No es un problema de comunicación lo que padece, como diagnostican algunos. Sus yerros se caracterizan por una falta de responsabilidad fundamental y carencia de ética.

No terminaríamos de mencionar los actos y comentarios insensibles e inhumanos de gobernantes y secretarios respecto a la desgracia ciudadana producto de su irresponsabilidad, como en el más reciente  socavón:  “No se está haciendo por alguna cosa más que por el mal rato que pasaron; ayudarles, no a que sea menos malo, porque eso no se paga con dinero, pero ayudarles… gestiones que quizá, si no hubiera la intervención nuestra, podrían tomar mucho tiempo’’ (¿mal rato, morir en espera del rescate que tardó 9 horas?), declaró ante varios medios Gerardo Ruiz Esparza, Secretario de Comunicaciones y Transportes. Cuánto se hubieran tardado en rescatar el auto si hubiese sido de un funcionario o el de uno de sus hijos.

Cuando una persona tiene ética y ha desarrollado inteligencia emocional, no hace falta ser comunicador profesional para poder expresar una reacción compasiva. En general, no es el caso de los servidores públicos mexicanos de primer nivel.

El Presidente Peña Nieto y sus cómplices, a menudo expresan que la prensa y los oponentes al sistema partidista al cual pertenecen, sólo critican y no reconocen las cosas buenas que han ocurrido en el sexenio. Desde su campaña electoral presentaron al nuevo PRI y resultó efectivamente una clase política con un sistema más sofisticado en corrupción e impunidad al que ahora se suma la violencia.

La ciudadanía está afectada, herida, se siente insegura, con miedo. “En junio, 74.9% de la población dijo que vivir en su ciudad es inseguro, según encuesta del INEGI”. Casi el 81 por ciento de los ciudadanos del municipio de Monterrey se sintió inseguro, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana publicada ayer por el Inegi (El Norte, 18/07/17).

El sentimiento de inseguridad causa trastornos emocionales y mentales, la depresión y ansiedad, son algunos de estos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se suicidan más de 800 000 personas en el mundo, se ha calculado que  por cada adulto que se suicida hay más de 20 que lo intentan. El 75% de los suicidios tienen lugar en países de ingresos bajos y medios. México es uno de estos. No sólo eso, también el abuso de alcohol, farmacodependencia  y adicciones son consecuencias frecuentes de tales padecimientos.

La incidencia de trastornos mentales tiende a duplicarse ante eventos catastróficos como desastres naturales, actos terroristas, secuestros, extorsión, robo a mano armada, desesperanza aprendida por gobiernos fallidos. Los trastornos mentales aumentan también la incidencia de otras  enfermedades como hipertensión y diabetes, epidémicas en México y atribuidas  erróneamente sólo a una mala dieta.

Para colmo de males, los países emergentes tienen 170 veces menos servicios  y profesionales competentes para preservar la salud mental de la gente, y no están incluidos en sus sistemas de seguridad social (OMS, 2016).

La ciudadanía está emergiendo insegura y lastimada, aún así muestra con coraje su hartazgo a la opresión que sufre del Estado que debiera protegerla, un factor siempre presente en movimientos de liberación en la historia. Ningún Estado corruptor es eterno.

Publicado en El Norte el 20 de julio del 2017.