11 mayo, 2020

ENTRE TU IRÁ Y LA MÍA

Por Josefina Leroux

La intolerancia a la frustración activada en esta contingencia es uno de los disparadores de la ira que origina la violencia.

Esta crisis evidencia las fallas de un sistema familiar, de un sistema educativo que no ha dado importancia a la higiene mental ni a la madurez. No nos sorprenda entonces que la violencia emerja ante la imposibilidad de reflexionar o reconocer los duelos que viven las familias.

Leer más en elnorte.com.