10 marzo, 2014

DESARROLLO AUTOGESTIVO

Por Josefina Leroux

desarrollo-autogestivoEn 1984, 11 millones de mexicanos vivían en extrema pobreza, ahora suman más de 50 millones en nuestro país (INEGI).
Al inaugurar el siglo veintiuno, la Organización de las Naciones Unidas anotó en la agenda global del milenio puntos importantes para trabajar 189 países miembros. El tema más trascendente: la erradicación del hambre y la pobreza, que en México venimos arrastrando con todas sus secuelas.
Hay que enseñar a pescar, dice el proverbio. Obsequiar el pescado no resuelve el problema, lo sabemos. Sin embargo, dar una limosna lava la culpa de tener inmerecidamente. Repartir una mensualidad o despensa da popularidad y voto, aunque esas prácticas refuercen dependencia y victimización.
Así hemos perdido siglos. Debemos aprender de China que ha reducido a la mitad sus pobres en una década y también a Brasil, de su programa “Hambre 0”, que aumentó la actividad agrícola de los lugareños.
En México se ha hablado de la educación como el mejor recurso para combatir la pobreza. Tal vez la lentitud en el combate se deba a que se conciba el lugar para el aprendizaje en las aulas.

Hay otras formas de educar. El desarrollo autogestivo es una de ellas.
El conocimiento se ha convertido en un factor estratégico para estimular el desarrollo humano. Esa carencia, principalmente, es la que ha ocasionado la imposibilidad de que mejoren sus destinos las comunidades excluidas de cualquier avance.
El conocimiento incluye el que poseen (sin saberlo) quienes quieren evolucionar. El desarrollo sustentable no puede darse si se ignoran necesidades reales, habilidades y deficiencias, así como los recursos naturales a la mano. Además de este “autoconocimiento” de la comunidad y su entorno, hace falta la información, el conjunto de saberes que permiten hacer tareas eficientemente.
Para empezar, habría que inventariar lo que saben hacer para sistematizar sus datos.
Un ejemplo. Si es el caso de campesinos, pueden estar sembrando igual que lo han hecho tres generaciones previas. El desarrollo surgiría de empezar a darse cuenta de diferencias para sacar conclusiones. Qué condiciones colaboraron para que una cosecha fuera mejor que otra, etc. Cuando se organiza la información, surge otro nivel de conciencia para utilizarla.
Pero no es todo. Los grupos humanos que permanecen aislados son los más atrasados del planeta. La intercomunicación entre comunidades es clave para aprender de otras experiencias, de mejores o nuevos métodos para hacer lo mismo de siempre.
En esto consiste, en resumen, el desarrollo autogestivo.
Una rica fuente de conocimientos proviene de la reflexión y sistematización de la propia practica laboral. Es una forma de hacer ciencia sencillamente, recabar datos, acumularlos, hacer tablas comparativas, hacer bases de datos que puedan intercambiarse de una comunidades a otras.
Diversas ONG’s están haciendo un trabajo maravilloso para promover este desarrollo que suscita la autonomía, pero a su vez, la conexión e intercambio rural para ayudar a nuestra gente, la más pobre y olvidada.
La conciencia de su propio cúmulo de información les irá dado el poder y la fuerza para continuar desarrollándose sin necesidad de autoridades o jerarquías que los exploten.
Cantidad de programas y proyectos que desde los años 90 apoyan ya comunidades rurales en Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Morelos, entre otros estados.
El programa APRENDAMOS (Asociación de Promotores para el Desarrollo Autónomo de los Movimientos Sociales, A.C.), promueve por ejemplo, la formación de mujeres y hombres como seres autónomos, libres, justos y comprometidos con la construcción de nuevas formas de desarrollo.
Otro programa enlaza a más de 100 personas y organizaciones, resultante del trabajo humanitario de la Fundación Charles Léopold Mayer para el Progreso Humano (con sede en París). Se concibió este proyecto con el fin de lograr un trueque de informaciones y conocimientos. Algunos de los temas sobre los que fomenta el intercambio son la agricultura, ecológica, la innovación cultural y tecnológica, el desarrollo local, los programas de vivienda social, las prácticas alternativas del derecho, la lucha contra la marginación, etc. (DPH: Red Diálogos para el Progreso Humano).
Lo que no hicieron los gobiernos, lo están haciendo personas que han desarrollado su conciencia social y no se conforman con su propio bienestar si no incluyen el de otros, que aún sin conocerlos, pueden ponerse en su lugar y amarlos.
En el caso de PASOS, otro de estos organismos, involucra a diversos actores – productores, organizaciones, asesores, organismos ciudadanos, académicos, agentes gubernamentales, instancias internacionales, que se han involucrado en la construcción de una «opción» de desarrollo rural más justo y sustentable, en el mundo, América Latina, y en México. Su objetivo es intercambiar experiencias y discutir métodos de trabajo, modos de inserción en la problemática rural, y formas de relacionarse con los grupos campesinos. Desde 1997, la base PASOS-DPH cuenta con un millar de fichas informativas, y permite el flujo entre las asociaciones involucradas.
El desarrollo autogestivo contempla a las personas en toda su dignidad, cree en ellas por pobres que sean. No las subestima ni humilla dando limosnas o mensualidades miserables. Este concepto de educación parte de la idea sobre la capacidad humana de habilitar sus recursos con información suficiente, que puede poner a su alcance cualquier persona sin necesidad de establecer una relación de poder.
Resultan esperanzadoras estas iniciativas, donde el conocimiento es gratuito y se pone al servicio de los demás por el mero gusto de compartir y crecer juntos. Revela nuevas formas de relacionarse entre los que tienen y saben, con los que carecen de casi todo. Muy distintas a las que propagó el materialismo consumista que dio origen a leyes de mercado que causaron injustas diferencias y marginación.
Es interesante saber que los sacerdotes jesuitas están atrás de muchos de estos proyectos de autogestión, como estuvieron con escuelas e imprentas al principio de nuestra civilización.
Si le interesa enseñar “a pescar”, puede asomarse virtualmente estos programas con las palabras claves: “desarrollo autogestivo”.