6 noviembre, 2013

EL BIENESTAR ES GRATIS

Por Josefina Leroux

bienestar-es-gratisLa escasez de tiempo caracteriza los tiempos postmodernos en las grandes ciudades, la prisa, el ir y venir todos los días del año que se acompañan de una gran cantidad de estrés.

Nos sentimos estresados casi todo el tiempo. El estrés se ha convertido en uno de los trastornos más comunes de fin de siglo y con este, todas las enfermedades imaginables que llegan oportunas ante un sistema inmunológico agotado.

El investigador Lawrence Brass, de la Escuela de medicina de Yale, encontró que la experiencia de estrés severo es uno de los factores más poderosos para sufrir un infarto.

Otros hallazgos del Dr. Murray Stein de la Universidad de San Diego, han mostrado como la experiencia de estrés grave en la infancia sensibiliza el cerebro del niño, de tal suerte que al paso de los años,  circunstancias difíciles  provocan una sobre reacción manifestada en  padecimientos del corazón o alguna forma de depresión.

Como ejemplo, en un estudio de mujeres que fueron abusadas sexualmente de niñas, se encontraron cambios, inclusive en algunas partes de su cerebro. Parece que la vivencia del estrés deja activado un mecanismo que puede dispararse ante el menor evento tensionante de la persona, causando que una respuesta desproporcionada aparentemente, como la gota que derrama el vaso.

Ahora se sabe que  la mayoría de las enfermedades tienen un componente emocional que las favorece. Se puede decir, que cuanto más haya sufrido una persona, más probabilidades tiene de enfermarse.

Pero ya ni siquiera  se necesita  vivir un trauma, el estrés en pequeñas y medianas dosis está a la orden del día.  Se vive como amenazado siempre, y ese estado de máxima alerta exausta el sistema de defensa, de modo que cuando tiene que reaccionar para contratacar en defensa de los microrganismos que producen las enfermedades, no responde.

Es que el estrés actúa como una especie de  SIDA que agota el sistema inmunológico.

Afortunadamente, la enorme cantidad de gente que padece de estrés también ha motivado que se estudie ampliamente, y que  hoy se conozcan muchas medidas para contrarrestarlo.

Tan sencillo como darse cuenta que se padece, para empezar a reducir el grado de estrés que se vive, que si bien no  desaparecerá en algunos casos, por la amenaza del entorno en que se vive, siempre puede aliviarse significativamente.

 

*Relajación.

Uno de los métodos más eficientes para combatir el estrés es la relajación.

Pero relajarse no es  tan fácil como puede pensarse.  No cualquiera a voluntad puede destensar cada uno de los músculos del cuerpo, es necesario ensayarlo muchas veces hasta lograrlo.

Una buena técnica, es empezar haciendo todo lo contrario: una vez estando en un lugar cómodo, se endurecen todos los músculos  como para obtener una rigidez exagerada de cuerpo y extremidades un par de minutos, para enseguida soltar completamente el cuerpo; la sensación de alivio es consecuencia de la relajación.

La respiración profunda es otro recurso para lograr un buen estado de relajación. Respirando lenta y profundamente en una posición cómoda, se induce la relajación; mucho mejor si se acompaña esta serie de respiraciones, de la escucha de música suave, y con los ojos cerrados, se agrega  imágenes de escenas agradables como las de un paisaje.

La relajación puede hacerse más, y más profunda, conforme se utilice la imaginación para  añadir al paisaje diferentes sonidos, como el del mar, el viento, el canto de los pájaros, por ejemplo. Las ondas del cerebro alcanzan frecuencias distintas a las del estrés, parecidas a las que se presentan en el cerebro en algunos etapas del sueño reparador.

Diez minutos un par de veces al día puede reducir significativamente el estrés, ayudando a aprender otro estado físico que colaborará muy pronto a una sensación de bienestar notable para la persona que lo practica.

 

*Reir.

Sin embargo, la relajación no es la única opción para contrarrestar el estrés. Un remedio muy sencillo y accesible para todos es la risa.

En Japón se utiliza hasta en programas para elevar la productividad de los empleados. En algunas empresas, por un alta voz se cuentan una serie de chistes para relajar a la gente y  propiciarle un pequeño descanso, cada dos horas por ejemplo.

La risa es la mejor medicina según la opinión de muchos médicos. Durante la risa se liberan substancias en el cerebro, que propician sensaciones muy agradables conjuntamente con la relajación que se produce.

*Darse gusto

Cuando se hacen  cosas que se disfrutan, uno se siente estimulado y contento. Desafortunadamente, los estilos de vida tan orientados al consumo, roban casi todo el tiempo, de tal suerte que la gente se dedica a trabajar y a extenuarse tanto, que no le queda energía para hacer cosas interesantes y gratificantes.

Qué paradójico que se trabaje tanto para supuestamente obtener cierto número de satisfactores y que al cabo del tiempo, éstos, lejos de serlo, consuman el bienestar de las personas.

Es que la salud mental y por lo tanto el bienestar,  son el resultado del equilibrio entre obligaciones y satisfacciones, y si no existen estas últimas, el estrés ocurre tarde o temprano.

*Hacer el amor

Y no me refiero al acto sexual, sino a la serie de acciones que implica relacionarse de una manera afectuosa con algún ser querido. Hacer el amor equivale en mi opinión, a comunicarse en una forma muy especial con alguien; darle un beso o un abrazo. Todos los niveles de intimidad se incluyen en el acto amoroso.

Hacer el amor también involucra los pensamientos y fantasías que hacen sentir el latido del corazón  más intenso, y experimentar las emociones que dan sentido a la vida.

 

Orar

Elevar el espíritu en una plegaria para comunicarse con Dios, es una forma más de mantenerse a salvo del estrés. La unión con un Ser Superior otorga un poder especial a las personas de fe para sentirse confiados y seguros, libres de cualquier amenaza.

Lo mejor de todo es que estos recursos son gratuitos y por lo tanto accesibles a todas las personas.

¡Y pensar que se nos ha hecho pensar que no se puede estar bien sin dinero!